Hace un par de días estuve en el mercado de abastos y encontré unas sardinas bastante aparentes y aunque en otras ocasiones me he arrepentido de prepararlas, ya que las preparara al horno en papel aluminio, las hiciera fritas, etc. tenía dos días sin exagerar (exagerando 3) de olor intenso tanto en la cocina como en buena parte del piso, así que esta vez he estado buscando en internet y unos que si le quitas la cola, otros que los limpies con agua fría, etc.... todos te daban soluciones para el olor, pero no las tenía todas conmigo....... os cuento.
Ingredientes para dos personas:
- 8 sardinas grandes
- una cucharada de aceite de oliva virgen extra
- una pizca de sal
Elaboración:
El procedimiento normal es congelar las sardinas durante al menos 24 horas a 20ºC o menos, ya que es el tiempo recomendado por el ministerio de sanidad para evitar la infección por anisakis. Congelamos las sardinas previamente descabezadas, evisceradas y sin la cola, esto es importante. La noche anterior al consumo las descongelamos en el frigorífico y las sacamos una hora antes de usarlas. Ponemos en una plancha o sartén dos cucharadas de aceite y cuando esté caliente añadimos las sardinas por la parte de la piel y salamos levemente. Depende de la intensidad del fuego les damos unos 5-8 minutos por ese lado y damos la vuelta para que se hagan por el otro. Al no tener piel este necesita algo menos de tiempo. Comprobamos que estén a nuestro gusto, apartamos y comemos antes que se enfríen acompañadas de una ensalada. Estaban exquisitas.
Y a lo que iba,. puse el extractor al máximo, y cerré la puerta de la cocina como siempre que aso o frío pescado, y esta vez al finalizar NO OLÍA LA CASA. No se si fue casualidad o fueron las colas que no tenían.... .
